Físicamente golpeados. Así quedó toda la delegación de Junior de que casi a las cuatro de la mañana de este miércoles por fin pudo llegar a sus habitaciones en un lujoso hotel en la capital ecuatoriana, la helada ciudad de Quito, donde se medirán esta noche ante Independiente del Valle. 

El calendario apretado entre la liga colombiana y la Copa Libertadores obligó al equipo a estirar el viaje internacional al límite. Se tomó la determinación de que el grupo viajara casi que 24 horas antes del duelo, con un escala primero en Bogotá y luego volar a Quito para enfrentar el duelo. La idea era llegar sobre las nueve de la noche y pernoctar con toda tranquilidad.

El beneficio adicional sería que de esta manera se combaten los más de 2800 metros de altura sobre el nivel del mar en los que está ubicado el estadio Olímpico de Atahualpa, sede del duelo, debido a que el verdadero escenario del Independiente del Valle  es muy pequeño y no cumple las condiciones de la Conmebol. 

Sin embargo, la naturaleza se encargó de tirar por el piso todo lo planeado por Julio Avelino Comesaña y sus colaboradores, tanto en la parte logística, como en el tema de recuperación y descanso. 

Comesaña, que para colmo de males estaba cumpliendo 72 años este martes, debió calare un desvío en su ruta de avión desde Barranquilla a Bogotá, debido a que de todos los días del año, justamente ayer desde el mediodía una fuerte tormenta se posó sobre Bogotá, con una granizada de por medio, que obligó a que el avión aterrizara en el aeropuerto de Palmira, Valle del Cauca. 

Tan pronto el equipo aterrizó se supo que llegar a tomar la conexión internacional, iba a ser casi imposible. Mala suerte. Horas de desesperación y de una espera no calculada mientras la empresa de aviación encargada lograba solucionar la situación de los pasajeros. 

“¡Vuelo confirmado! Informamos que la aerolínea ha oficializado el nuevo horario del vuelo que nos llevará de Bogotá a Quito, será el #53 que sale a las 00:00 horas”, anunció el equipo en sus redes sociales, casi que a la medianoche. 

Finalmente, los jugadores, tras el cansado viaje y los trámites de inmigración y de salubridad por la epidemia de coronavirus, además del viaje desde el aeropuerto y la entrega de las llaves en el hotel, llegaron a dormir a las 4:00 de la mañana a sus habitaciones. 

Es aquí donde se plantea la pregunta fundamental ¿Está Junior para superar estas adversidades? Llama la atención un mensaje llegado por redes sociales donde aseguraba que todo estaba listo para recibir una paliza en contra, teniendo en cuenta que el rival es el actual campeón de la Copa Sudamericana. 

Lo cierto del caso es que los equipos grandes están para superar eso y más. Los jugadores de jerarquía no necesitan dormir, sino jugar. Los planteles importantes no se cansan sino que ganan. Junior tiene la oportunidad de dar más que un golpe de autoridad a un plano internacional. 

Nombres importantes hay en el equipo, varios de ellos, empezando por los capitanes Sebastián Viera y Teófilo Gutiérrez, quienes han estado en situaciones límite en sus carreras e incluso en el mismo Junior. Hoy es día en que debe brillar más que nunca la jerarquía que tanto de espera de los referentes. 

Perder ante Independiente del Valle, dada las circunstancias podría ser lo lógico. Pero no es admisible, el resultado se tiene que conseguir sea como fuere si es que los rojiblancos aspiran a seguir en la lucha por avanzar en la Copa Libertadores.